Texto de presentación para la exposición de boxeo de Paco Sales

Texto de presentación

Elaborado para el proyecto de exposición de Paco Sales sobre héroes del boxeo español de los 70

 

Urtain, Carrasco, Legrá, Perico Fernández, Evangelista… 

Son nombres que le suenan a cualquiera. No hace falta ser  aficionado al boxeo.

Entre finales de los años 60 y los primeros 80 muchos púgiles españoles triunfaron en el panorama internacional y alcanzaron notable popularidad. El boxeo fue para aquellos jóvenes el medio para salir del arroyo y alcanzar sus sueños de gloria. Sin duda, la tele en blanco y negro de aquella época, la única que había, los catapultó a la fama, ya que muchos de sus combates fueron retransmitidos en horario prime time y seguidos por millones de espectadores.

Coinciden la mayoría de especialistas en que la de los 70 fue “la década dorada del boxeo español”, por la gran cantidad de campeones de Europa y del mundo que tuvo nuestro país  en aquellos días.

La Revista de la Federación Española de Boxeo presentaba un balance entusiasta al finalizar 1971: con 5 campeones de Europa (Agustín Senín, José Legrá, Pedro Carrasco, José Hernández y Urtain) de 11 categorías existentes por aquel entonces en el boxeo profesional, España se había convertido en una potencia boxística del viejo continente.

Luego llegaron muchos más. Sería discutible decir que esos fueron los mejores púgiles españoles de todos los tiempos, ya que los contextos no son comparables, pero lo cierto es que hubo más de 20 campeones de Europa españoles en dicha década.

Menos fueron los que lograron una corona mundial en la década que nos ocupa: José Legrá, Pedro Carrasco, Perico Fernández, Miguel Velázquez, José Durán y Cecilio Lastra. Ni más ni menos que 6 de los 14 campeones mundiales españoles  que ha habido en toda la historia de este deporte.

Sin embargo, en pocos años la buena estrella del boxeo español se apagó, coincidiendo con el vacío que se hizo al pugilismo en los medios de comunicación. Aquellos nombres solo reaparecían en contadas ocasiones: ya fuera como protagonistas de trágicas decadencias vitales; bien como coyunturales reclamos en programas de remember sentimentaloide;  o recuperados para mal por otros que explotaban el manido gag del boxeador sonado, del “juguete roto”, a costa de la humillación pública de algunos de los deportistas españoles más importantes del tardofranquismo y la primera transición.

La de la sociedad española es una memoria frágil. Por otra parte, la lealtad que profesó a sus héroes del ring fue siempre más bien escasa, sobre todo cuando las cosas vinieron mal dadas. Ya se sabe, se encumbra a los ganadores (muchas veces de forma exagerada) y se les machaca cuando llegan las derrotas, con una dureza mayor que la de los golpes en el ensogado.

Volver a recordar a  estos grandes campeones y disfrutar de esta recreación de sus estampas es un lujo que nos podemos permitir gracias a la excelente selección de Paco Sales. Es lo mínimo que les debemos a aquellos ases del cuadrilátero, que en algún momento fueron nuestros ídolos y que llenaron de emoción tantas veladas frente al televisor.